Termografía para detectar problemas en la ELECTRICIDAD

Las primeras empresas que apostaron por la termografía infrarroja como herramienta de medida, fueron las empresas eléctricas ya que veían una gran ventaja la posibilidad de medir la temperatura a distancia, sin contacto con el objeto.
En el ámbito industrial la aplicación de la termografía en el área de mantenimiento es una de las más difundidas, especialmente en el mantenimiento llamado Predictivo o también en el mantenimiento Proactivo. (Ambos en base monitoreo de condición) La Termografía Infrarroja en el área de mantenimiento presenta ventajas comparativas inigualables. Quizá sea el ensayo más divulgado y exitoso de los últimos años.
Hoy en día sigue siendo uno de los mayores usos de la termografía, basta decir que el 80% de los conatos de incendio son debidos a fallos en sus instalaciones eléctricas.
la Termografía Infrarroja sería la que está más vinculada a la seguridad de una instalación.
Toda falla electromecánica antes de producirse se manifiesta generando calor. (También se puede detectar pérdidas de frío) Este calor o elevación de temperatura puede ser una elevación súbita, pero por lo general, dependiendo del objeto, la temperatura comienza a manifestarse lentamente. Ahí es donde la termografía se transforma en una herramienta irremplazable. El objetivo es poder detectar a priori fallas que pueden producir una parada de planta y/o un siniestro.
Un buen programa de mantenimiento predictivo mediante termografía le permitirá obtener información sobre:
Puntos calientes en cuadros eléctricos y líneas
Conexiones defectuosas
Desequilibrios de fases
Sobrecalentamiento de conductores
Detección de fallos en equipos críticos

3eITE ARQUITECTURA, utiliza esta tecnología en empresas de mantenimiento industrial, mantenimiento de edificios, ingenierías y aseguradoras que realizan mantenimiento predictivo.

Es de gran utilidad tanto en obra nueva como en rehabilitación. En obra nueva nos ayuda a garantizar la calidad de la obra ejecutada y detectar los posibles problemas antes de que el usuario sea quien los detecte, mientras que en rehabilitación nos ayudará a conocer el estado del edificio y su principales puntos débiles para poder planificar adecuadamente la obra de rehabilitación y comprobar finalmente que se han llegado a los objetivos proyectados.