Necesita nuestro edificio rehabilitación. Indicios que nos ayudan a salir de dudas

En más de una ocasión, no intervenimos en realizar obras de adecuado y rehabilitación de edificios hasta que éste da señales inequívocas de necesitarlo urgentemente o porque la ITE nos dicte la necesidad de realizar estas tareas de puesta a punto.
Pero tal como se dice tradicionalmente, más vale prevenir que lamentar, y si procedemos a la rehabilitación de nuestro edificio a la primera señal que nos indique, no sólo evitamos posteriores intervenciones integrales o de mayor calado, sino que agilizamos trámites como el de la mencionada inspección técnica.
Aparición de grietas
Este es el indicio por antonomasia de que un edificio necesita ser rehabilitado. Una grieta es la indicación de que hay fallos en la estructura o que los materiales están cediendo con el tiempo, por lo que a la primera aparición de este desperfecto, se debe estudiar el porqué.
Una grieta en la fachada puede ser causa de una mala impermeabilización o de necesitad de pintar el edificio, pero una grieta en un pilar o en una estructura del edificio requiere consultar a expertos que nos indiquen la gravedad y la posible actuación que se deba realizar inmediatamente.
Las grietas son males “comunes”. Aunque no deben causar alarmismo a la primera aparición, tampoco se deben obviar y es más que recomendable su estudio En estos casos concretos, la rápida actuación supone atajar el problema de raíz o por el contrario enfrentarnos a mayores intervenciones.
Edificios con más de 45 años
Es a partir de esta edad cuando las inspecciones técnicas se realizan con mayor frecuencia, ya que se da por hecho que todo edificio se construye para ser habitado de por vida, pero las inclemencias a las que se ven sometidos con el paso de los años producen desgastes que convienen revisar.
A partir de los 45 años, la ITE se debe realizar una vez cada diez años
Nuestro edificio es nuestro bien más preciado, y por tanto no debemos dejar sólo en manos ajenas (inspectores), las decisiones y recomendaciones sobre su adecuado. Es por ello por lo que no sólo para pasar la inspección técnica debemos considerar las obras de rehabilitación, sino para que nuestra propiedad se conserve en un estado óptimo en todo momento.
Obras de gran magnitud contiguas
Cuando nuestro edificio cuenta con cierta antigüedad y en las cercanías se están realizando obras de gran calado que conllevan movimientos de tierras como la construcción de parkings, líneas de metros, saneamiento de calles etc. Conviene prevenir posibles daños en la estructura o mejoras que se puedan aplicar a esta para anticipar un futuro desgaste.
Obviamente, es responsabilidad del Ayuntamiento que no se produzcan fallas estructurales y garantice la seguridad y adecuación del entorno, pero en más de una ocasión no es hasta pasado un tiempo cuando posibles desperfectos derivados de las obras contiguas se hacen visibles. Nuevamente la prevención es nuestra mejor arma.
Rehabilitaciones en el entorno
Si nuestro edificio se integra dentro de un complejo residencial o en una calle donde la construcción de todo el complejo se realizó en la misma fecha, y vamos viendo cómo se van realizando obras de adecuación constantemente, puede ser un indicio de que “ya toca” realizar trabajos de rehabilitación.
Normalmente, cuando esto sucede, es debido a que hay una partida de ayudas para que éstas se lleven a cabo, por lo que es interesante que podamos inscribirnos en ellas.
Intervenciones constantes
Cuando ya van varios arreglos de fachada, varias fijaciones de materiales e intervenciones pequeñas, pero necesarias en el edificio, conviene sopesar que éste necesite una rehabilitación integral, más aún si ha habido algún tipo de desprendimiento que atajar.
Esto no sólo viene bien para hacer de una vez y de forma coherente obras de adecuación que eviten constantes intervenciones fraccionadas, sino que también viene bien para intervenir en problemas que pueden surgir de raíz, de la estructura o de todo un elemento, y que no se acaba de atajar por ir solucionándolo por partes.
En definitiva, de lo que se trata es de ser conscientes de la importancia de desligar el concepto rehabilitación como una necesidad urgenteante algo “ruinoso” o para evitar multas. La rehabilitación no sólo es una actuación de última necesidad, sino una actuación de mejora.
En 3eite Arquitectura no sólo realizamos tareas de rehabilitación de edificios, sino que disponemos de una red de profesionales que te pueden asesorar y guiar en el estudio de las necesidades de tu edificio: desde la realización de informes técnicos, tareas y estudios de control hasta la dirección de obra si fuera necesario intervenir.
Todo a tu servicio para que tu edificio siga siendo tu bien más preciado y valga por ello.